En una rueda de prensa, Blas Núñez-Neto, subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional, reivindicó este jueves que «este modelo funciona», ya que los flujos de migrantes han bajado a niveles que no se veían desde hace dos años.
Bajo estas nuevas restricciones, Estados Unidos ha devuelto a México a 4.000 migrantes venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses que cruzaron la frontera sin permiso, dijo Núñez-Neto.
«He estado trabajando en temas de migración durante dos décadas y nunca había visto el nivel de colaboración que estamos viendo» entre Estados Unidos y México, afirmó el subsecretario.
El magistrado Jon S. Tigar del Distrito Norte de California falló a favor de una demanda de grupos civiles que rechaza la medida al considerar que viola las leyes de asilo de EE.UU. y pone en grave peligro a los solicitantes.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, se manifestó en desacuerdo con el fallo y aclaró que la decisión «no cambia nada de inmediato» y no limita la capacidad de imponer sanciones a extranjeros que ingresen ilegalmente.
Un día antes de conocerse la decisión del juez de California, Blas Núñez-Neto ya advirtió de que el gobierno estadounidense está dispuesto a llegar hasta el Tribunal Supremo para defender la norma.