Legisladores opositores como la Diputada Letty Gutiérrez de Tamaulipas expresó su rechazo.
Por Damaris Vazquez
La mañana de este martes, miles de mexicanos se concentraron en las afueras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), exigiendo un alto al autoritarismo y denunciando lo que consideran atentados contra la democracia y el sistema judicial del país.
La manifestación, que comenzó poco antes de las 9:00 horas, estuvo marcada por consignas como “Salvemos a México de la dictadura” y una fuerte presencia de policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, quienes resguardaban el Zócalo capitalino, rodeado de vallas de seguridad.
En el epicentro de la protesta se encontraba un grupo de diputados del Partido Acción Nacional (PAN), incluidos los legisladores como Letty Gutiérrez de Tamaulipas, quienes expresaron su rechazo rotundo a la reforma judicial promovida por el gobierno de Morena.
La protesta se dio en un contexto crucial: el día en que la SCJN debatía y aprobaba la reforma judicial que cambiará la forma en que se eligen los jueces en México. Desde el próximo año, los jueces de Distrito y magistrados de Circuito serán seleccionados por voto popular, una medida que algunos consideran un avance hacia una mayor democracia, pero que otros ven como un intento de concentración de poder.
La reforma judicial: ¿un paso hacia la democracia o hacia el autoritarismo?
La reforma, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido, ha sido un tema de intenso debate en todo el país. Mientras que el gobierno defiende que esta modificación busca mejorar el sistema judicial y hacerlo más accesible a la ciudadanía, opositores aseguran que su verdadero propósito es controlar el Poder Judicial y, de esta manera, consolidar un régimen autoritario.
Desde temprano, los manifestantes alzaron su voz en contra de lo que consideran un intento de manipular la justicia. La diputada Letty Gutiérrez, del PAN, fue clara en su discurso: “La reforma judicial que Morena intenta imponer no es solo una modificación legislativa; es el primer paso para instaurar un régimen autoritario en México”, afirmó.
La legisladora destacó que la reforma no busca mejorar la justicia, sino “asegurar el control absoluto del Poder Judicial en manos de un solo partido”, lo que, según ella, representa una estrategia para eliminar el equilibrio entre los poderes y convertir a la Suprema Corte en un «títere» de Morena.
Por su parte, los manifestantes afirmaron que la reforma es un “engaño” y un “abuso de poder” que busca concentrar toda la autoridad en manos del partido oficial y su líder. Entre ellos, también se destacó el llamado a que la Suprema Corte, a pesar de las presiones, no cediera ante lo que consideran una “venganza política” contra la oposición.
Un día crucial para la historia de México
Hoy, la Suprema Corte no solo estaba analizando una reforma judicial, sino que estaba decidiendo el futuro del sistema judicial mexicano. Para los opositores, este es fue un día crucial en la historia del país, ya que la reforma, según ellos, representa una amenaza a la independencia del Poder Judicial y a los principios democráticos.
Mientras la protesta se mantenía frente a la Corte, los ministros se encontraban en una sesión determinante, con el futuro de la justicia en juego. El resultado de la discusión fue la aprobación de la reforma, lo que significa que, a partir de 2025, México adoptará un nuevo sistema en el que la ciudadanía tendrá el poder de elegir a los jueces, un cambio que podría tener implicaciones profundas en el equilibrio de poder en el país.
La reforma ha dividido al país entre quienes la consideran una mejora necesaria para la democracia y quienes la ven como una amenaza a la libertad y la independencia judicial. Lo que está claro es que el debate sobre el destino del Poder Judicial en México continuará siendo uno de los temas más polémicos y fundamentales para el futuro político de la nación.